El UCAM Murcia tira de oficio.
Los universitarios consiguen una victoria necesaria gracias a los goles de Nuha y Alberto Fernández ante un combativo Sevilla Atlético.
Es una realidad que el fútbol se basa en los resultados. Nadie puede rebatir la veracidad de un marcador después del pitido final de un árbitro. Se puede discutir sobre el buen juego, la intensidad, los intangibles y mil cosas más que componen este bendito juego, pero al final solo queda el resultado. Y eso, precisamente, es lo que necesitaba el UCAM Murcia. No necesitaba otra cosa. Solo valía ganar después de la imagen mostrada en Alcoy. El cómo daba igual. Eso para otro capítulo.
Necesitaban alejar los fantasmas que le persiguen desde semanas atrás, y eso fue lo que hizo el UCAM Murcia ante el Sevilla Atlético. Ganó y alejó algunas -que no todas- dudas. Se ciñó al guión e hizo lo que tenía que hacer: conseguir una victoria y empezar a sumar y crecer, ya que corregir errores siempre es más fácil con un triunfo en la mochila.
El UCAM venció pero no convenció. Y es que, el Sevilla Atlético, que llegaba al choque como colista del grupo, fue mejor en el global del partido que el equipo universitario pese a que Salmerón dijera que «la victoria ha sido muy justa». Lo cierto es que no fue así, ya que el Sevilla mereció más en la primera mitad y también fue mejor en el inicio de la segunda. Dominó el esférico completamente y gozó de varias ocasiones, pero Biel Ribas -esta vez sí- volvió a demostrar que es un portero diferencial en Primera RFEF.
En los primeros diez minutos, la carta de presentación del filial hispalense era clara. Jóvenes con descaro, con hambre de victoria y ganas de asaltar por segundo año consecutivo el Besoccer La Condomina. Brilló una de las perlas de la cantera sevillista. Luismi Cruz fue un rompecabezas para el entramado defensivo del UCAM durante todo el encuentro y nada más comenzar el partido casi hace el gol de la jornada con una vaselina desde fuera del área que sorprendió a todos y filtrando un pase picado a Romero, que detuvo con una exhibición de reflejos Biel Ribas.
El Sevilla Atlético dominaba el primer cuarto de hora. No hubo ni minutos de tanteo. No se veía el porqué de la sitación del filial en la clasificación. Sin embargo, pronto se le vieron las costuras. En la primera ocasión que tuvo el UCAM, el equipo de Alejandro Acejo hizo aguas. Fue tan sencillo como una subida por la derecha de Josema, un centro al segundo palo, y un Nuha que aprovechó su superioridad física para ganar la espalda a Aspar. La primera del partido, a la saca. Tendrá más minutos Josema después del partido de ayer. Las subidas que tuvo, fueron de lo mejor del partido.
Parecía que la juventud del rival iba a hacer que se vinieran abajo, pero no cambiaron su guión ni patrón de juego y siguieron embotellando al UCAM atrás, pero éste se mostraba sólido.
Del minuto 1 al 70, los hispalenses no merecieron perder, pero lo cierto es que casi siempre se vieron por debajo. Tuvo la posesión y tuvo la mayoría de ocasiones en este parcial. Al inicio de la segunda mitad, Iván Cruz le dio al larguero con un disparo desde la frontal. Fue el primer aviso. Al segundo, cayó el gol. Eso sí, con un poco de fortuna. Luismi, que estaba en todas, tiró una falta desde el semicírculo, le dio a la barrera, a Farrando, que estaba en el suelo tapando un posible disparo raso, y le cayó en los pies a Valentino, que apenas tuvo oposición para meterla hacia dentro.
Volvían las dudas al UCAM Murcia. Ya no se veían con la confianza que da tener el marcador de tu lado y veían que el rival podía hacer el segundo.
Salmerón da con la tecla
Al César lo que es del César. Cuando Salmerón se equivoca, se dice. Y cuando acierta, también. Esta vez la jugada le salió bien porque, cuando más sufría el equipo y cuando más cómodo estaba el Sevilla Atlético, el almeriense decidió hacer un triple cambio y modificó el esquema inicial. Pasó de jugar con línea de tres atrás a jugar con su sistema más habitual, con dos centrales. Después de ese momento, no es que el UCAM pasara a tener un dominio claro sobre el rival, pero sí mejoró considerablemente sus prestaciones. Y tan solo cuatro minutos después, Alberto Fernández iba a poner el definitivo 2-1 en el marcador. En posición de interior tras la remodelación del esquema, recogió un gran pase al hueco de Manu Garrido y definió a la perfección con la derecha.
El gol fue un duro golpe para el Sevilla, que ya no iba a volver a levantar cabeza hasta el final del partido. De hecho, fue el UCAM el que pudo ampliar la renta en los últimos quince minutos, pero Alfonso Pastor evitó el gol de Manu Garrido. Los últimos diez minutos fueron de dominio universitario y el equipo se dedicó a disfrutar ante un Sevilla Atlético fundido que había hecho un buen partido fuera de casa pero que se vio casi siempre por debajo en el marcador. Lo que son las dinámicas.
Los últimos minutos de partido dejaron una imagen que se llevaba mucho tiempo esperando en la familia universitaria. Carlos Tropi, tras más de siete meses fuera por la rotura de su ligamento cruzado anterior, reapareció en la recta final. No le dio tiempo a mucho, pero seguro que le ayuda a sentirse futbolista de nuevo. Cuando coja ritmo, pinta a una pieza clave en los esquemas de Salmerón. Y, a buen seguro, ayudará a coger velocidad a un equipo que ganó, pero que debe seguir creciendo en muchos aspectos para lograr estar en la zona noble de la clasificación.
Salmerón: «Estoy contento, pero tenemos que mejorar»
José María Salmerón sabe que ha salvado un momento caliente de la temporada. Las tres últimas derrotas y la manera en la que se cayó en Alcoy le señalaban directamente a él y ante el Sevilla Atlético sabía que había que ganar, tal y como reconocía en la rueda de prensa posterior al partido. «Hemos hecho el partido que había que hacer después de venir de tres derrotas», explicaba.
Sobre el encuentro, el técnico universitario cree que «ha habido fases en las que hemos dominado y fases en las que han dominado ellos. Hemos estado equilibrados, hemos tenido ocasiones en los últimos minutos pero al final no ha entrado. Tenemos que mejorar en muchas fases del juego, pero estoy muy contento con la victoria».
Ajustó el sistema de juego con respecto a los otros partidos el almeriense, metiendo tres centrales y atacando con dos carrileros. «El año pasado ya lo lo hicimos. Veníamos de encajar goles y creo que uno de los objetivos importantes era no encajar tantos goles como en Alcoy. Admonio no estaba bien, Charlie está mejorando. Cuando tengamos a todos disponibles mejoraremos en ese aspecto», decía sobre los problemas defensivos que está teniendo el UCAM Murcia.
Salmerón se mostró contento con su equipo, tanto que se vio como justos vencedores en el global del partido. «La victoria es justa. Hemos metido dos goles y ellos una. No recuerdo ocasiones de ellos, solo la del palo que da en la parte de fuera y nosotros hemos hecho la ocasión de Manu en los últimos minutos que podría haber cerrado antes el partido», manifestó, a pesar de que Biel Ribas fue uno de los más destacados del encuentro gracias a sus paradas.
Sobre Josema y su titularidad, Salmerón dejó claro que «tendrá continuidad» después del gran partido del murciano. «Tiene mucha llegada y nos puede dar mucho por banda derecha. Abre bien el campo y puede jugar como extremo y lateral porque tiene sacrificio y cuando llega hace mucho daño». También habló sobre Tropi, del que dijo que «jugó porque le necesitábamos. Necesita minutos para volver a coger ritmo tras más de seis meses sin jugar», finalizó.
Fuente: La Opinión de Murcia.