No fichó el Real Murcia a Pedro León para ser decisivo uno de cada cuatro partidos. Ni para marcar solo de penalti. Tampoco apostó por Miku para que el venezolano sumara un solo gol en ocho jornadas. Ni firmó a Aguza para que desaparezca más que aparezca. O a Galindo para que no reparta juego.
Pero no solo los grandes fichajes están decepcionando en este tramo de la temporada. También futbolistas que se quedaron para ser importantes en Primera RFEF, como ocurre con un Zeidane que cuando juega de titular nunca encuentra esa varita mágica que parecía llevar incorporada o como sucede con Ganet, que si lleva ya tres jornadas empezando en el banquillo no será solo por capricho de Mario Simón.Y eso que, tras una pretemporada notable, las victorias a domicilio ante el Intercity y la Real Sociedad B nos hacían soñar con un Real Murcia chisposo y veloz en Primera RFEF. Pero esos dos partidos, tan cerca y tan lejos a la vez, son ya historia atendiendo a lo sucedido en las últimas cuatro jornadas, cuatro jornadas grises tirando a negro, cuatro jornadas en las que solo se ha ganado al SD Logroñés y de la forma en la que se ganó. Cuatro jornadas coronadas con el gatillazo de este domingo frente al Real Unión de Irún.
Porque lo que vivieron los aficionados del Real Murcia en Nueva Condomina fue un auténtico fracaso, el tercero en casa en solo cuatro partidos como locales. Un 0-0 decepcionante, un 0-0 desilusionante, un 0-0 que quema tanto que es mejor contar hasta cinco antes de reflexionar lo que ocurrió en el terreno de juego.
Porque cuando se empató frente al Calahorra la mayoría pensamos que solo era el principio, porque cuando se repitió el resultado contra el Numancia, se habló de la presión, pero este domingo ya no había justificación para no pasar del 0-0 ante un Real Unión que llegaba a Nueva Condomina con doce goles encajados en esta liga y en zona de descenso. Y si alguien todavía confiaba, perdió la esperanza tras ver lo que ocurrió en los últimos veinte minutos, cuando el Real Murcia fue incapaz de avasallar a un equipo que jugaba con diez por la expulsión de Chema Núñez en el 67.Lo único que se llevaron los aficionados a casa fue una indigestión de balón, porque con eso se conformó el Real Murcia, con marear la pelota de un lado para otro y con acumular la posesión que se le exigía en partidos anteriores. Pero todo ese dominio no sirvió de nada. Y no sirvió de nada porque ningún jugador grana es capaz de encender la luz en los últimos metros.Sin Galindo, titular por tercera jornada consecutiva, capaz de romper defensas, parecía que Zeidane era el único capaz de agitar al equipo, pero al descanso ya nadie se acordaba de que el sueco estaba en el once titular. Lo mismo ocurre con Pedro León, siempre protagonista en acciones a balón parado, pero poco resolutivo. Siempre presente en la banda, pero poco acertado en sus centros.
Y sin nadie que cuele un balón interesante en el área, Miku parece seguir de vacaciones en Venezuela y Dani Vega intenta sobrevivir con jugadas personales y disparos lejanos, que se encontraron a un Irazusta al que el Real Murcia colgó al cuello la medalla de chocolate de mejor de su equipo.
Porque las pocas veces que el Real Murcia tuvo claridad en el área, el meta del Real Unión apareció para desesperar a una afición que parece condenada a celebrar 0-0 en Nueva Condomina.
Y gracias. Porque mientras los de Mario Simón se conformaban con marear el balón de un lado para otro y de hacer grande a Irazusta, el Real Unión salía de la cueva por primera vez en el 63 y cerca estuvo de batir a un Miguel Serna que regresaba a la titularidad. Si no se adelantaron los vascos fue por culpa de la madera, que escupió el cabezazo de Santos para suerte de los murcianistas.
Regresaba Serna a la portería, lo que sorprendía por el propio aguante de un Mario Simón que a la mínima presión ya había cambiado de ida respecto a Joao Costa. También se estrenaba en el once Iván Casado, ocupando el puesto en defensa de un Alberto González indiscutible hasta ayer, pero cuestionado por los goles encajados en las últimas jornadas.
Torcedura de tobillo de Rueda
En esa zaga también estaba Javi Rueda, pero el exmadridista fue la noticia más negativa de la primera parte. Tuvo que ser sustituido en el 43 al lesionarse la rodilla. Se marchó en camilla y pese a que solo sufre una torcedura en el tobillo derecho -según el parte médico-, muchos temieron en ese momento lo peor.
Mala primera parte, lesión de Javi Rueda, un disparo a la madera del Real Unión… parece que todo iba para mal. Pero una acción dio algo de esperanza a los aficionados. Fue la expulsión de Chema Núñez en el 67. Con más de veinte minutos por delante, el Real Murcia jugaría contra diez, lo que podría ser determinante para por fin batir al Real Unión.
Pero todo lo contrario. La expulsión solo señaló más al Real Murcia, un Real Murcia que se marchó a casa incapaz de hacer daño a un rival en inferioridad.
Es verdad que los granas encerraron a los visitantes, pero es verdad que nunca tuvieron opciones de batir a Irazusta. Pero no solo los jugadores no daban la talla. Tampoco Mario Simón. No reaccionó ni viendo a los vascos con el agua al cuello. No arriesgó hasta que ya era tarde. Porque cuando Arnau Ortiz y Loren, los jugadores más desequilibrantes que había en el banquillo, saltaron al terreno de juego ya era el minuto 82.
Esta vez no se ganó en el último suspiro como ante el SD Logroñés. Esta vez lo único que pudo ocurrir es que se firmara la primera derrota en NC, y si no pasó fue porque el Real Unión volvió a estrellarse con la madera. Fue en el 93 cuando el remate de Nacho acabó en el palo. Se salvó el Real Murcia de la derrota, pero no se salvó de quedar más que cuestionado tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Ni la clasificación servirá de consuelo esta semana. Aunque es una anécdota, el Real Murcia dormirá fuera del play off. Lo que no es una broma es la brecha que ya se abre con la cabeza. El Eldense, líder, ya saca siete a los murcianistas, y el Castellón aparece segundo con 17 por doce de los murcianistas.
El Real Murcia concedió otro empate en su encuentro ante la Real Unión. El partido no pintó como para que el conjunto local acabase con un cero a cero en el marcador, pero las imperfecciones de cara a portería y el juego lento condenaron al club murciano a no hacer ni un solo tanto en los 90 minutos.
Iván Casado, defensa del Real Murcia, y Mario Simón, entrenador del conjunto grana, salieron a hablar después del encuentro, y la pregunta que no pudo faltar por parte de los periodistas que acudieron, fue qué le había faltado al Murcia para llevarse los tres puntos. «Creo que le ha faltado acertar en ese último pase, en la entrega al compañero, para poder haber encontrado una ocasión más clara para hacer un gol», comentó el defensor del Real Murcia.
El conjunto grana dominó el encuentro de principio a fin. En la primera mitad acorraló al rival, dejándole sin espacio para crear, y robando siempre en campo contrario. En el segundo tiempo la cosa cambió un poco, pero quienes seguían llevando el control fueron los murcianos. «El partido fue un poco raro, tuvimos el control del juego, pero con circulaciones demasiado lentas, y no hemos podido crear esas ocasiones más claras», dijo Mario Simón.
Es el tercer empate a cero del Real Murcia en lo que llevamos de temporada. Pero este resultado no fue parecido a los otros encuentros en los que el club grana no pudo pasar del cero a cero en el marcador. «Este partido ha sido distinto a los otros, sobre todo en la circulación de balón, ha sido muy lenta en comparación a los otros dos partidos, donde el ritmo fue más alto», comentó Mario Simón.
El Real Murcia, en sus encuentros en casa, siempre hace la reflexión de que falta llegada por parte de la delantera. En los metros finales falla en la toma de decisiones y pierde muchas ocasiones de gol, lo que hace que tenga que buscar suerte desde fuera del área. «Necesitamos mover el balón más rápido. Hoy se han necesitado muchos pases y eso ha hecho que no creásemos ocasiones tan claras, aunque en la primera mitad tuvimos varias acciones de peligro», concluyó Mario Simón.
Fuente: La Opinión.