«Entrenador nuevo, victoria segura». Es uno de los dichos que se suele cumplir en el mundo del fútbol, aunque en el caso del UCAM Murcia y de Jorge Romero, no ha sido así. Y eso que tenía un escenario propicio para ello. Jugaban los universitarios en casa ante un rival teóricamente muy inferior, tanto en presupuesto como en nivel individual de plantilla. Pero ni aún así. No arrancan esta temporada y aunque solo van seis jornadas de liga, los universitarios han cerrado la jornada en posiciones de play out a Tercera RFEF.
Mirar la tabla a estas alturas sería un fallo garrafal. Sin embargo, las sensaciones que desprende el equipo sí son un buen indicativo de hacia dónde irá el futuro. Y esas sensaciones siguen siendo las mismas que desde la primera jornada. La plantilla tiene un potencial enorme, pero el desorden y las desconexiones en ciertas fases de los partidos lo están lastrando en demasía.
Apenas tuvo tiempo para entrenar Jorge Romero, por lo que se decantó por no experimentar mucho con el once. Y lo cierto es que de primeras le salió bien. El UCAM Murcia salió mordiendo en los primeros minutos de partido, con una presión alta que incomodó al rival en todas sus líneas y dominando con el esférico. Las energías parecían renovadas y la sensación era que a poco que el UCAM subiera un poco el ritmo de juego, el gol llegaría. Sin embargo, con el paso de los minutos ese empuje inicial se iba a ir reduciendo.
Aún así, los de Jorge Romero gozaron de varias llegadas en la primera parte que pudieron acabar en gol. La más clara fue de Javi Pérez, que aprovechó un buen pase filtrado de Alfredo Gutiérrez por la banda derecha. Se quedó solo delante de Ayala, pero el disparo pegó en la base interna del palo y se paseó por el área con suspense.
También tuvo otra ocasión Manu Ramírez, que aprovechó un pase dentro del área de Chuma. Se deshizo el centrocampista del defensor con un gran control orientado, pero se le quedó la pelota excesivamente larga y llegó a rematar muy forzado. Tapó muy bien Ayala, que hizo una primera parte de mérito.
Fueron las dos ocasiones más claras por parte del UCAM Murcia, que se relajó en los últimos quince minutos del primer tiempo, dando más protagonismo a un Utrera que intentaba generar con la pelota, pero que iba a chispazos insuficientes para desarmar la jerarquía de Diego Jiménez y Fran Lara. Estuvieron los dos centrales muy tranquilos en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Mismo guion tras el descanso
No cambió demasiado el partido tras el descanso. El UCAM Murcia seguía siendo más dominante con balón, pero no tenía la chispa suficiente como para hacer gol. Le costaba demasiado llegar con ventaja a zonas de peligro.
En los primeros quince minutos, los universitarios dieron un paso atrás, plantándose unos metros más retrasados. Aún así, tuvo un par de acercamientos con peligro que se quedaron en nada. Tiene este equipo serios problemas para crear y generar en tres cuartos. Y eso que se fichó mucha calidad en esa posición. Manu Ramírez, hasta el momento de ser sustituido, tuvo muy poca presencia en el partido. El que más se atrevió fue de nuevo Alfredo Gutiérrez. Corrió, asistió… y también se equivocó. No estuvo muy fino en la toma de decisiones finales el extremo, aunque no se le puede achacar que no lo intentara.
En esa calma aparentemente controlada por el UCAM Murcia, llegó la ocasión más clara para el Utrera, pero estuvo muy atento Pau Torres tapando todos los huecos de la portería. Se encontró con un balón suelto Diego, que acababa de salir del banquillo, y el tiro lo repelió el arquero local con mucha seguridad. Le vio las orejas al lobo el UCAM.
Decidió remover el avispero Jorge Romero, metiendo al campo a Salazar, Diego Iglesias, Chumbi, Sergio Cortés e Isra Cano. En apenas 10 minutos, agotó los cinco cambios viendo que su equipo no daba un salto más.
De hecho, fue en el minuto 80 cuando el Utrera pudo ponerse por delante en el marcador con un disparo potentísimo de Chapi que Torres envió a córner. Segundo aviso del Utrera. Sin embargo, en el contraataque de ese mismo córner, tuvo el UCAM Murcia la más clara de la segunda parte. Salió disparado Salazar desde su propia área y asistió a Isra Cano, que regateó al portero en el borde del área. Solo quedaba definir la gran jugada, pero Edu Oriol se cruzó en la trayectoria del balón y salvó el gol cuando todo el mundo lo estaba celebrando.
Iba a ser la última gran oportunidad del partido, pues en los minutos finales, el UCAM Murcia no iba a tener más ocasiones de peligro claro. Lo intentó, con mucho desorden, pero el Utrera aguantó el tipo hasta el pitido final. No comienza con buen pie la etapa de Jorge Romero en el banquillo universitario. Muchas similitudes con las sensaciones que mostraba con Molo en el banquillo. Y, por supuesto, un rendimiento insuficiente para un equipo que opta al ascenso directo y que solo ha ganado un partido de los seis disputados hasta el momento. Las jornadas siguen pasando y el UCAM Murcia todavía tiene mucho por mejorar si quiere lograr el objetivo.