El UCAM termina con su buena racha ante el Linense.
Los de Salmerón perdonan en la primera parte y pierden su oportunidad de entrar en playoff.
El UCAM Murcia llegaba a la jornada siete de esta Primera RFEF con los puestos de playoff en el horizonte. Pese a un inicio con ciertas dudas, el cuadro de Salmerón visitaba el sur de Cádiz a un punto de las posiciones de ascenso tras sumar siete de los últimos nueve puntos y desde el inicio salió a tratar de aprovechar una oportunidad, que finalmente no podría hacer efectiva.
Con un once sin apenas novedades, el técnico almeriense daba entrada a Unai Agirre en portería en detrimento de Biel Ribas, apostando también por Santi Jara, dejando en el banquillo a Mario Abenza. La igualdad de juego en el choque entre ambos conjuntos dejaría de estar presente pasados los diez minutos de encuentro, el UCAM se sobrepondría con solvencia al viento costero y a la presión local montado a lomos de un Moyita que volvió a recordar al de pretemporada. Indetectable y escurridizo entre líneas el dieciocho gozaría de las dos ocasiones más claras del primer tiempo.
En la primera de ellas, con un recorte de videojuego dejaba clavado a un defensa local para medirse en el mano a mano con Nacho Miras, saliendo vencedor el guardameta local tapando las intenciones del mediapunta. Poco después se toparía con el larguero, dejando claro que el UCAM tiene una gran plantilla, pero que el factor diferencial, es Moyita.
Se llegaría al descanso con la posesión decantada hacia los murcianos, en parte por el buen hacer del doble pivote que el técnico universitario había planteado para la ocasión, con Caballero y Armando. Poco antes de meterse para el túnel de vestuarios, aún dispondrían de una más los azuldorados a la caída de un córner en la que Josete mandaría el balón al fondo de las mallas, siendo este invalidado por un cuánto menos, dudoso, fuera de juego.
En la segunda parte, se daría la vuelta a la tortilla a favor de los locales. La Real Balompédica Linense saldría como un torbellino del entretiempo aprovechando la banda izquierda del ataque con la velocidad de Koroma, que en apenas treinta segundos tuvo la primera con un disparo cruzado, para poco después forzar un penalti ante Unai Agirre en una salida a destiempo del guardameta. Gerard Oliva, haciendo efectiva la ley del ex puesto que estuvo en los universitarios en 2018, no perdonaba desde los once metros y adelantaba a la balona.
Poco más de media hora restaba para el final del encuentro y el partido nada tenía que ver con el primer tiempo, el centro del campo no carburaba, las camisetas blanquinegras parecían multiplicarse y los andaluces sacaban los dientes con Koroma al contragolpe. Salmerón probó con Xemi y Alberto pero la tónica seguía siendo la misma, el que perdona lo paga y en este caso el viejo dicho popular le costó al UCAM los puntos en un choque en el que dominó la primera parte de principio a fin pero en el que no logró encontrarse en el segundo tiempo.
En el tramo final, en una buena jugada por banda derecha los locales matarían el partido con un disparo cruzado de Josue Dorrio. La próxima semana los de José María Salmerón recibirán al Castellón con el objetivo de volver a puntuar.
Fuente: La Opinión de Murcia.
