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cronicas

Jornada 29: Real Murcia 1-1 Hércules

Cuando en 2014 Javier Tebas descendía administrativamente al Real Murcia, muchos pensaron que era el fin del mundo. Cuando los granas desperdiciaron hasta tres play off para volver a Segunda, muchos creyeron que ya no les podía pasar nada peor. Cuando vieron a un Real Murcia más cerca del décimo puesto que del cuarto, la frustración parecía ya máxima. Cuando llegó el descenso a Tercera -la nueva Segunda RFEF- más de uno amenazó con no volver. Pero, si no fue castigo caer a la cuarta categoría del fútbol español, el destino ha demostrado que tiene un sinfín de cartas guardadas para alargar la caída del Real Murcia. Porque el Real Murcia 2021-2022 no solo no es un equipo ganador, el Real Murcia 2021-2022 es un equipo que tiene que andar rezando para que rivales como el Eldense o el Mar Menor no ganen sus partidos. Porque si el Real Murcia 2021-2022 va a dormir en el play off manteniendo su colchón de puntos no es porque los granas ganaran el clásico ante el Hércules, es porque el Eldense perdió en Melilla.

Porque el Real Murcia, al que su afición había agitado tanto en el día previo como una hora antes del comienzo del partido, se solo pudo empatar en el tiempo de descuento ante un Hércules que incluso se permitió desperdiciar un penalti en un clásico tan mediocre como todo lo que rodea a ambos clubes desde hace ya varias temporadas y como todo lo que ha traído consigo esta Segunda RFEF.

Había pedido Mario Simón el apoyo del público. Y la afición grana una vez respondió. Daba igual que tocara rascarse el bolsillo para obtener la entrada al ser día del club. Allí estaba presente el murcianismo. Tan presente que se marchó a casa con la alegría momentánea del gol de penalti conseguido por Andrés Carrasco en el minuto 97, pero que hoy se levantarán con la sensación duradera de que este equipo tiene poco gen ganador para jugarse la vida en un play off.

La mayor decepción fue que Mario Simón y los suyos, pese a saber la importancia de lo que había en juego, tiraron casi cualquier posibilidad de victoria en apenas cinco minutos, el tiempo que necesitaron los alicantinos para aprovechar el tembleque de los granas y poner el 0-1 en el marcador.

Fue Pau Miguélez el que batía a Miguel Serna tras aprovechar un pase de Borja Galán.

Muchos se consolarían pensando que al Real Murcia le motivan los retos complicados. Pues al descanso pocos parecían agarrarse ya a ese consuelo. Solo cuatro minutos después del 0-1, los granas regalaban al Hércules un penalti. La suerte es que los alicantinos no aprovecharon el regalo o que Miguel Serna estuvo más inspirado que sus compañeros de zaga. Salió el meta murciano al rescate para sacar el lanzamiento de Borja Galán.

Pero ni así dio síntomas de vida el Real Murcia. Porque la primera parte solo se puede calificar de decepcionante. Con un Hércules con el marcador a favor y dedicado completamente a aprovechar cualquier ocasión para parar el partido, que no el reloj, el Real Murcia solo supo desquiciarse, agravando esa desconexiones cerca del área que duran ya tanto y que pocos confían en que tengan solución.

Solo Zeidane, que repetía en el once, intentaba agitar a los suyos, pero pocas veces encontró compañía fiable dentro del área. Tampoco aportaba soluciones un centro del campo que volvía a contar con Armando, Ganet y Julio Gracia. Las valentías se las guarda Mario Simón solo para cuando tiene el agua al cuello. Porque ayer, pese a la necesidad de ganar, el técnico parecía conformarse de inicio con el empate, olvidándose de la fórmula que le dio la victoria y en la que aparecía Javi Saura.

Sin una ocasión para echarse a la boca, el Real Murcia se marchó al vestuario perdiendo frente a uno de los peores Hércules que se recuerdan. Hubo que esperar a la reanudación para ver la primera clara de los granas, pero Adri López estuvo inspirado frente a Zeidane.

Con Mario Simón haciendo cambios para intentar encontrar alguna solución, el Real Murcia daba pena hasta en las jugadas de estrategia, esas acciones que permiten sobrevivir a muchos clubes pero que en el equipo grana parecen diseñadas por un niño de tres años.
Un rival rácano y cobarde

La única esperanza era que el destino castigara a un Hércules rácano, cobarde y que se creyó demasiado tiempo que podía jugar con el tiempo. Solo una ocasión generaron los alicantinos, pero por suerte el disparo inocente de un Diego Jiménez que lo tenía todo a favor acabó manso en las manos de Serna.

Quedaban 20 minutos, y Santi Jara y Saura ya habían tenido tiempo de revolucionar su motor. Agradeció el equipo la presencia de ambos. Poco a poco, con desorden y sin grandes conexiones, se fue avanzando para encerrar a un Hércules que no da miedo a nadie. La tuvo Andrés Carrasco en una acción en la que los alicantinos fueron salvados por su portero y protestaron los granas una caída en el área cuando ya se llegaba al final.

No consideró penalti el colegiado, que sí premió a los granas con siete minutos de descuento. Y en ese tiempo de prolongación sí hubo una pena máxima que permitió a los murcianistas igualar un partido muy mediocre para que alguien se llevara los tres puntos.

No falló Andrés Carrasco, que puso un 1-1 que permitió a la afición celebrar algo, aunque visto lo visto este domingo nadie merecía celebrar nada en Nueva Condomina.

Fuente: La Opinión de Murcia

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