El Real Murcia se empeña en demostrar que no da para más
Se enredan en un encuentro insípido, con muchas faltas y sin ocasiones claras de gol
Cuando acabó el mercado invernal, el murcianismo no podía andar más satisfecho. El 99% de los aficionados coincidía en señalar que con los refuerzos realizados, el Real Murcia ya tenía lo que necesitaba para dar un salto de calidad en el juego y un paso al frente en la clasificación. Ya no habría excusa, repetían, cuando hubiera que jugar con rivales como el Castellón o el Eldense, ante los que habías hincado la rodilla en la primera vuelta. Con las contrataciones de Alberto Toril, Dani Romera y Alfon, todos aplaudían el esfuerzo económico realizado por Agustín Ramos. Valía la pena romper la hucha para no volver a sufrir los odiosos empates a cero y para no lamentar más la ausencia de delanteros contrastados en la plantilla.
Pues, solo un mes y medio después de que el Real Murcia incorporase a sus fichajes invernales, el Real Murcia ha empeorado, si es que eso es posible, su juego. Un mes y medio después de que se celebrase la contratación de Romera, Toril y Alfon, el puesto de play off está más en riesgo que nunca. Y un mes y medio después de que Mario Simón fuese premiado con su jefe con tres atacantes de categoría, las victorias no llegan. Porque este domingo, en Sabadell, el Real Murcia tampoco pudo ganar. Pero ayer, en la Nova Creu Alta, el Real Murcia no se enfrentaba a un equipo de los de arriba, con los que siempre falla; ayer el Real Murcia se medía a un rival, el Sabadell, que coquetea con el descenso, y sin embargo también volvió a fallar.
No pasó del empate a cero el conjunto de Mario Simón en una jornada en la que el resto de sus rivales directos había pisado el acelerador. Ni esa presión fue suficiente para ver a un Real Murcia ambicioso. Todo lo contrario. En el día que había que ganar sí o sí, los murcianistas ofrecieron un partido para olvidar, un partido tedioso, en el que parecía que el único objetivo era mantener el 0-0 y pensar en otra cosa mariposa.
Da igual que ahora juegue Toril y que ya no esté Miku, porque no se recuerda ni una ocasión del mallorquín en 90 minutos. Da igual que Loren Burón acumule titularidades por petición del tendido, porque ayer en 76 minutos ni ganó una carrera por velocidad ni puso un centro potable ni mostró su libro de regates. Y da igual que Agustín Ramos tirase la casa por la ventana para firmar a Dani Romera, calificado por muchos uno de los mejores nueves de la categoría, porque Dani Romera lleva ya seis semanas en Murcia, y solo lo hemos visto jugar tres ratos.
Lo vimos, concretamente, veinte minutos. Y decir que lo vimos es ya mucho, porque ni una ocasión acumuló en sus botas, abriendo el debate de si el problema es de los delanteros o el problema es de los que tienen que asistir a los delanteros.
En la Nova Creu Alta ganó fuerza lo segundo. Y eso que esta vez nadie podrá decir que Simón jugó con trivote. Porque, rompiendo el corsé en el centro del campo, el técnico grana volvió a dar minutos a Arnau Ortiz, pero, quitando un disparo que se marchó por poco, el joven jugador apenas entró en juego. Porque para el Real Murcia el juego es lo de menos o esa impresión da cuando cada semana que pasa el equipo se parte más por el medio. Un defecto ya sabido de memoria por los rivales, que van a meter el dedo en la llaga.
Sabedores de que presionando a Galindo y a Julio Gracia, el Real Murcia ya no es capaz de sacar la cabeza del agua, el Sabadell puso el acento desde el principio en convertir el medio en un campo de batalla, y los granas entraron en el juego, aunque saliendo derrotados en muchas ocasiones también por la falta de energías de un doble pivote al que Mario Simón ha agotado física y mentalmente.
Aunque intentan mantenerse en pie defensivamente, dando cobertura a la zaga, cada vez les cuesta más igualar la energía y el tesón con el que saltan al campo los contrincantes. Ayer, de nuevo, el Sabadell se impuso en esa zona por tozudez, aunque los arlequinados apenas fueron capaces de hacer daño. Solo una falta lanzada por Alberto Fernández puso en aprietos a Joao Costa, siempre bien protegido por Alberto González y Piña, dos de los pocos que se salvan en este Murcia.
Sin la inspiración sin aparecer por ningún lado, los granas no fueron capaces ni de sacar rédito a las mil opciones que tuvieron a balón parado. No tenía problemas el Sabadell en acumular faltas incluso en zonas peligrosas, pero ayer no salió al rescate ni Pedro León. Poco acierto en los lanzamientos y poca conexión con los rematadores.
Ni una ocasión para recordar dejó la primera parte de los granas. Tampoco mejoró mucho la cosa el segundo tiempo. Con Mario Simón a lo suyo con los cambios -hubo que esperar al minuto 71 para ver los primeros movimientos-, la desidia grana desesperaba todavía más. Un remate de Pedro León que sacó Ortolá con el pie tras hacerse un lío general el conjunto arlequinado no era suficiente. Tampoco el remate de Andrés Carrasco en la última jugada. El empate a cero ya no se movería del marcador, un punto que da para mantenerse una semana más en el play off, pero un punto insuficiente para hacer realidad la versión top con la que muchos se relamían tras la llegada de los refuerzos invernales.
Mario Simón resaltó la solidez del Real Murcia en su choque ante el Sabadell y se lamentó de que no haber sido capaces de «materializar el control que hemos tenido en ocasiones claras». El técnico murcianista considera que «daba la sensación por el control que teníamos de que el gol podría llegar, especialmente en los últimos 15 minutos», sin embargo, los granas no pudieron pasar del empate a cero, tercera igualada consecutiva.
Simón, que considera que faltó verticalidad para superar la línea de tres centrales planteada por lo arlequinados, se refirió a esa mala racha, indicando que «cada partido es totalmente diferente». «En este caso ha sido un encuentro disputado e igualado», continuaba el madrileño.
El técnico murcianista también lamentó que no se hubiera estado más acertado en el balón parado, que se convirtió en una constante por las numerosas faltas. «Ha habido situaciones donde hemos podido generar algo más y otras en las que no hemos tenido el acierto». También explicaba Simón que a veces «se ha perdido un poco el control por esa inercia de querer ganar y de asumir más riesgos».
Fuente: La Opinión de Murcia