El equipo de Alumbres no se mereció perder, pero ayer se cumplió una norma no escrita en el fútbol, y es que el equipo que perdona tanto como lo ha hecho la Minerva al final lo paga con la derrota. En la primera parte, la Minerva se adelantó a los 6 minutos por mediación de Nacho, y pudo aumentar la cuenta pero la pólvora ayer estaba mojada. Por contra a los 37 minutos, en una de las pocas ocasiones que los murcianos creaban peligro en la puerta minervista, Melgar conseguía el empate 1-1, y ya en el 45 Fran Navarro ponía el 1-2 en el marcador. La Minerva lo intentó tras el descanso pero Gallego sentenció.
Extraído de La Opinión.