¿A qué juega el Real Murcia?
Los granas empatan ante la Real B en un partido en el que se adelantan en su primer disparo entre los tres palos y en el que vuelven a transmitir miedo con un paso atrás que les quita la victoria
El Real Murcia ya tiene dos delanteros de nivel. Ambos han llegado este mercado invernal. Uno de ellos, Alberto Toril, debutaba este sábado en Nueva Condomina frente a la Real Sociedad B. Y lo hacía de la mejor forma que puede empezar un delantero, marcando. Porque el mallorquín no falló en la primera que tuvo entre los tres palos. Pero el Real Murcia no ha ganado. El Real Murcia ha empatado -el 1-1 llegó en el minuto 94- en un duelo importantísimo, según Mario Simón; en un partido entre dos rivales directos por el play off.
Y es que el Real Murcia ya tiene delanteros que marquen goles, sin embargo el Real Murcia sigue teniendo un problema que en este mercado invernal siempre ha estado en un segundo plano, pero que puede acrecentarse ahora que ya nadie puede hablar de falta de pólvora. Y ese problema no es otro que la ausencia de un futbolista en el centro del campo que cree vértigo, que invite al equipo al parque de atracciones, que lo suba a la montaña rusa y que apriete el botón de ‘a toda velocidad’. Porque sin ese jugador, el Real Murcia, con uno, dos o cinco delanteros, es un equipo aburrido hasta la desesperación, un conjunto con el único plan de intentar salir vivo de los partidos, un grupo con más miedo que ambición.
Con un solo delantero en condiciones, el Real Murcia se adelantó en el marcador en el que posiblemente fue el primer disparo entre los tres palos, sin embargo, con tres futbolistas en el centro del campo -Julio Gracia, Galindo y Ganet-, los granas fueron incapaces de desequilibrar, de ser verticales, de encontrar caminos al área de Marrero.
Da igual las excusas que ponga Mario Simón o que el técnico se quede con el gol recibido en el 94, solo hay que ver el partido una vez para darse cuenta de que el Real Murcia nunca mereció ganar. No lo hizo en una primera parte que, como viene siendo habitual, tiró prácticamente a la basura. Cuarenta y cinco minutos desesperantes, en el que parecía que los granas seguían en el calentamiento previo. Y no lo hizo en la segunda, cuando ya con el 1-0 en el marcador, volvió a demostrar que le falta esa pillería para llevar los partidos a su terreno y conseguir que no se juegue a nada.
Porque, jugando en casa y necesitando ganar después de un mes de enero en el que no has ido sobrado, el Real Murcia se dedicó toda la primera parte a hacer rondos entre Julio Gracia, Galindo y Ganet. Como el que se levanta un lunes y decide que ese día va a ir al trabajo a simplemente dejarse ver, el trivote de Mario Simón se dedicó durante 45 minutos a darse pasecitos de un lado a otro en la zona tranquila del campo. Y mientras ellos eran felices toqueteando la pelota, Pedro León se desesperaba al ver que nadie aprovechaba sus desmarques, Dani Vega se quedaba con las ganas de demostrar que es más feliz en la banda y Alberto Toril cruzaba los brazos para que Joao sacase en largo y así poder pelear algún balón.
Con ese plan, mientras que Marrero apenas tenía que sacar un par de centros laterales que fueron directos a sus manos, la Real B generaba tensión cada vez que cruzaba la frontera y se acercaba al área de Joao. Sufrió la defensa con la agilidad y la verticalidad de los jóvenes jugadores visitantes, pero se mantuvo firme el equipo gracias sobre todo a una gran intervención del meta luso, que se agigantó en un mano a mano con Martón cuando no se había llegado ni al cuarto de hora.
La tuvo en un uno contra uno la Real B y también la tuvo el Real Murcia cuando el partido ya entraba en la recta final de la primera parte. Fue Alberto Toril el que intentó sortear a Marrero, sin embargo el meta visitante estuvo mucho más rápido.
No es que Mario Simón les agitase mucho en el vestuario. Salió el Real Murcia con la misma parsimonia, como si viviera al tuntún, como si fuera un privilegiado al que los goles le caen por obra y gracia del espíritu santo. Y por unos minuto pareció así. Porque en el primer tiro a puerta, los granas se adelantaron en el marcador. Hay que agradecérselo a Pedro León, que ya cansado de los toquecitos tontos de sus compañeros, pataleó y pataleó hasta que recibió el balón. Y el muleño fue de los pocos que demostró que siempre quiere más.
Da igual que no tenga su mejor partido o que no esté en su mejor momento, el 14 grana exige mirar arriba. Y en una jugada que parecía que iba a quedar en nada por la insistencia de Ganet de marear la perdiz, Pedro León convirtió la noche en día. No tuvo tampoco que sacar ninguna varita mágica ni inventar, solo tuvo que coger el balón y tirar a puerta. Su disparo podría haber acabado en las manos de Marrero, pero no fue así. No pudo atrapar el esférico el meta realista y el rechace lo cazó un Toril que no pudo tener un debut más perfecto.
El detalle que siempre decanta los partidos en contra del Real Murcia, tal y como siempre dice Mario Simón cuando llega la derrota, esta vez cayó del lado murcianista, sin embargo, igual que los granas demostraron una vez más que no son un equipo protagonista, que no tienen ese ADN ofensivo que siempre atrae a las masas; los locales dejaron claro que tampoco saben llevar los partidos a su terreno cuando las cosas se ponen a favor.
Porque con el 1-0, lo único que supo hacer el Real Murcia es dar alas a la Real B, que fue creciendo a la vez que los de casa se agazapaban hasta meterse prácticamente debajo de las faldas de Joao Costa. Pudo llegar el empate antes. Lo pudo hacer Dadie con un cabezazo de no ser por la estirada del guardameta murcianista, por fin decisivo. Y lo pudo lograr también Martón en una jugada que se decidió prácticamente en una baldosa y en la que salió ganador de nuevo el portero grana.
Pero el Real Murcia seguía sin darse cuenta de que estaba poniendo en riesgo el gran premio logrado por Alberto Toril. Y, como el que tropieza una y otra vez en la misma piedra, siguió sin hacerse fuerte en el centro del campo. Daba igual que Mario Simón moviese el banquillo. Los cambios, entre los que se encontró un Alfon que debutó atreviéndose a mirar arriba, no estiraron al Murcia, que solo sacaba la cabeza en busca de alguna contra en la que se demostró que tampoco hay un guion a seguir.
Y cuando parecía que por una vez el Real Murcia se iba a librar y no iba a pagar sus pecados, se demostró que si das un paso atrás, al final te cuesta demasiado caro. Fue en el 94 cuando los aficionados murcianistas, muchos de ellos ya fuera de sus butacas para abandonar Nueva Condomina, recibieron el castigo a los que les condenó su propio equipo. Porque el empate de Yago Cantero fue más responsabilidad de los locales que de los visitantes.
Al final un empate que alarga la sombra de la duda en un equipo que solo ha ganado un partido en este 2023 y que se empeña en poner en riesgo su puesto de play off. Lo positivo es que ya hay delanteros -Alberto Toril debutó con gol y Romera calienta motores para la siguiente jornada-; lo negativo es que ya se ha acabado el mercado invernal para firmar a un centrocampista que zarandee a un Real Murcia demasiado perezoso cuando hay que coger el volante hacia el área rival.
Simón: «El empate es un palo muy duro por la importancia de la victoria»
Mario Simón, entrenador del Real Murcia, lamentó ayer el empate conseguido en el choque ante la Real Sociedad B al encajar gol en el tiempo de descuento. «Es un palo muy duro por cómo estaba el partido y por la importancia que tenía la victoria», explicaba.
El triunfo, ante un rival directo en la pelea por la zona de play off, hubiera sido la carta de presentación perfecta para un Real Murcia que ha recargado su ilusión por las incorporaciones realizadas en este mercado invernal. «En la primera parte nos han exigido mucho y nos ha costado encajar las piezas para presionarles, pero en el descanso lo hemos corregido y creo que la segunda parte fue buena. Hemos tenido mucho más control, y ahí ha llegado el gol. Quizá, seguramente, hemos tenido alguna situación de transición para elegir mejor y ampliar la ventaja, pero al final ha sido una jugada desgraciada la del empate», aseguraba el técnico.
En esta misma línea, Mario Simón señaló de nuevo el complicado camino que deberá afrontar el equipo en este tramo de la competición. «El equipo sigue compitiendo bien, y lo ha demostrado ante uno de los mejores de la cageoría. Nadie puede pensar que vamos a pasearnos en la categoría por haber incorporado a buenos jugadores, porque está muy igualada y es muy dura. No nos debe confundir eso porque no va a ser un camino de rosas, hay que estar tranquilo porque cada semana es una pelea distinta», dijo Simón.
Ayer debutaron Alberto Toril y Alfon, de los que Simón dijo que «han estado a buen nivel los dos y la nota es alta. Toril, hasta que ha pedido el cambio porque no tenía más fuerzas, ha hecho un buen trabajo arriba y ha tenido el oportunismo de un delantero. Alfon ha estado bien, y le hemos visto situaciones de uno contra uno», afirmó.
Fuente: La Opinión de Murcia