La victoria del UCAM en Granada, celebrada por todo lo alto en Nueva Condomina, salva a los de Loreto.
Si el Real Murcia hubiera dependido ayer del FC Cartagena, el murcianismo estaría hoy llorando su descenso a la Segunda RFEF. Pero la cabeza del Real Murcia no estaba ayer en manos de los albinegros; la cabeza del Real Murcia, o el escudo, o la corona, o su vida entera, dependía del UCAM Murcia, y el UCAM Murcia, ese club que, según las malas lenguas tuiteras, solo nació para acabar con el club centenaria, en vez de asestar un golpe mortal a su vecino, simplemente actuó como un buen cristiano. Representando al Buen Samaritano del que nos hablan en la Biblia, ajustándose estrictamente a la palabra de Dios, en vez de vengarse de una afición grana que les ningunean un día sí y otro también, simplemente apostaron por la caridad, demostrando que hay que ‘amar al prójimo como a ti mismo’.
Si hoy el Real Murcia ya prepara la segunda liguilla de la temporada con opciones de ascender a la Primera RFEF no es por sí mismo. Ni Loreto ni sus jugadores fueron capaces de ganar en casa a un El Ejido ya descendido. Ni Loreto ni los jugadores fueron capaces de evitar un fracaso que deja muy señalados a los que se sientan en el palco. Una vez más fue Julio Algar quién pagó los platos rotos, pero pocos de los que ocupan los despachos se libran de una hecatombe que no se limita a los últimos meses y que, vista la incapacidad tanto económica como administrativa para gestionar a un equipo de fútbol, parece que se va a quedar demasiado tiempo.
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Mientras el Real Murcia seguía manchando su expediente con un empate en casa frente a El Ejido, a los aficionados granas no les quedó otra que olvidarse de orgullos y prepotencias para celebrar por todo lo alto los goles del UCAM en Granada, porque gracias a los tantos de Liberto y de Aketxe, los murcianistas tienen seis partidos más para purgar sus pecados y remontar una situación que a día de hoy tiene muy mala pinta.
Los mismos aficionados que hace unas semanas no dudaban en animar al Yeclano en su partido ante el UCAM, sacando su entrada incluso en la grada de La Condomina; los mismos seguidores que llevan años escribiendo historias para no dormir en las que José Luis Mendoza, presidente de los universitarios, no tiene otra cosa mejor que hacer que acabar con la existencia del Real Murcia; los mismos murcianistas que califican a los de azul y dorado de engendro; los mismos… fueron los que ayer celebraron más los goles del equipo de Salmerón que los suyos propios. Lo hicieron cuando Liberto ponía el 1-1 y el Real Murcia salía de la zona de descenso, y lo repitieron cuando Aketxe, ya con el partido de Nueva Condomina acabado, ponía fin al sufrimiento, porque si el Granada hubiera marcado el 2-1, los de Loreto hubieran caído directamente al infierno, que es lo que realmente merecían por su trayectoria en este 2021 y por la incapacidad de ganar a rivales como El Ejido, en descenso y sin posibilidad de salir de ahí.
No solo los aficionados se echaron a los brazos del UCAM, también los jugadores, que esperaban a pie de campo a la espera de lo que sucedía finalmente en Granada, festejaban el 1-2 de los de Salmerón como si de un título para los granas se tratase. Y porque Adrián Hernández ya no forma parte del club murciano, porque de estar el preparador de Churra, la parroquia murcianista no habría dudado ni un momento en hacer una piña y entonar, con una pequeña variación, el famoso ‘yo tengo un amigo que me ama, me ama, su nombre es UCAM’.
Volvían los aficionados a Nueva Condomina, aunque posiblemente hubieran sido más felices cogiendo un autobús y marchándose a Granada a animar al UCAM, porque el karma quiso ayer que los universitarios consiguiesen la victoria que no logró el Real Murcia. Porque el Real Murcia firmó otro partido decepcionante, conformándose con algunos detalles de calidad que no sirven para maquillar las deficiencias que se acumulan alrededor de una plantilla cuyos desajustes, por mucho que los repitamos, ya son conocidos por todos.
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Máxima desinfección
Mantuvo Loreto su once, como si al técnico le diera miedo tocar algo, y una jornada más la defensa hizo aguas durante muchos minutos, permitiendo incluso, previo error de Miguel Muñoz, que El Ejido se adelantara en el marcador con un gol de Jonxa en el minuto 15.
Se demostró que Verza no está para muchos trotes y que no es suficiente con que intente manejar al equipo escondido entre los centrales y con un abismo entre el centro de campo y el ataque. Tampoco da con un par de chispazos de un Carrillo que insiste tanto en el regate que no solo desespera sino que mete en problemas a sus compañeros con más asiduidad de la deseada. Pero incluso a trompicones el Real Murcia es mejor que El Ejido, y con un poco de pelea de Alberto Toril, Adrián Fuentes sumaba su primer gol como grana y ponía el 1-1 antes de la media hora. Es más, los granas consiguieron remontar a la vuelta del vestuario cuando Abenza se imponía en un mar de piernas para poner el 2-1 tras el saque de un córner.
Parecía que iba a ser suficiente para evitar el sufrimiento. Con la victoria el Real Murcia no dependía de nadie. Además, llegaría a la siguiente fase con 27 puntos, una cifra que le metía directamente en la pelea. Pero desde que Tornel y su equipo llegaron al palco, es suficiente con cumplir el expediente. Sin exigencias, sin autocrítica, sin responsabilidad, con la única finalidad de mantenerse en el cargo como sea porque, como dice una pancarta en la grada, ‘El Real Murcia es nuestro’, los murcianistas no consiguieron cerrar el partido en sus mejores minutos, y a falta de diez minutos, con El Ejido volcado gracias a la agilidad de un Bryan que hizo trizas a toda la defensa, llegó un 2-2 que solo sirve para aumentar notablemente el cuerpo de las palabras vergüenza y fracaso, aunque el consejo de administración, con problemas de vista, sigue sin verlas o sin querer verlas.
Porque el Real Murcia que siempre ha sido visto como el Rey de Segunda, y que cada vez que caía a Segunda B estaba obligado a ascender lo más rápido posible, se ha convertido en un mendigo que sobrevive a base de la caridad de otros. Ayer fue el UCAM Murcia el que dio una limosna a los de Tornel, como antes lo hicieron los acreedores que aceptaron la quita, o el Ayuntamiento que accedió a asumir los gastos del estadio o los clubes de Tercera que un día donaron sus taquillas, o los murcianos que compraron pulseras, o los aficionados de todas partes del mundo que adquirieron acciones…
Los granas iniciarán la segunda fase a tres puntos del segundo puesto
Con la primera fase ya acabada, hay que empezar a pensar en la repesca. Tendrán los aficionados granas dos semanas para entender cómo funciona esta segunda fase de la competición. El próximo domingo habrá jornada de descanso, a la espera de que se completen otros grupos, y ya el lunes 29 se espera que la Federación Española de Fútbol sortee los calendarios de esta segunda fase. El Real Murcia, que jugará la repesca por lograr uno de los dos billetes a la Primera RFEF que quedan en juego en el Grupo IV, seguirá compartiendo grupo con el Sevilla Atlético y el Córdoba, rivales a los que ya no se enfrentará. A estos tres equipos, del subgrupo B, se unen el cuarto, quinto y sexto del subgrupo A. Así, a partir del primer fin de semana de abril, el Real Murcia se medirá al Tamaraceite, al Linense y al Cádiz B -falta conocer el orden de los encuentros-. Serán seis partidos en total y tocará remontada, porque al mantenerse los puntos de la liguilla ya acabada, los granas son ahora mismo penúltimos de la nueva clasificación. Cuentan con 25 puntos y cuando comience la competición, no podrán relajarse, porque el grupo está comandado por un Sevilla Atlético que ya tiene 30 puntos, cinco más que los granas. Por detrás está el Linense con 28. Esos dos primeros puestos serán los que tengan premio, ya que los que acaben en esa zona podrán jugar el próximo curso en la Primera RFEF.
El Sevilla Atlético y el Linense comenzarán con ventaja, pero por detrás acechan el Córdoba, que cuenta con 27 puntos después de quedarse ayer fuera de los tres primeros puestos al perder en el último minuto con el Betis B, y el Tamaraceite, un equipo que se estrenaba este curso en Segunda B y que también ha llegado a los 27 puntos gracias a sus seis victorias y nueve empates. En el penúltimo puesto está el Real Murcia con 25 puntos. El último, prácticamente descartado para llegar a los dos primeros puestos, está el Cádiz B que tiene 23 puntos.
Loreto: «No hemos sabido leer bien el partido»
«No hemos entrado bien en el partido, nos ha costado y de ahí ha venido el primer gol de ellos, en la segunda parte nos ha pasado lo mismo en los minutos finales, no hemos leído bien el partido», decía Loreto. Sobre la segunda parte indicó que «Estaba claro que teníamos que tener un punto más, así se los he dicho. En la primera parte hemos ido de menos a más, pero nos faltaba un punto más para sacar el partido con la solvencia que se tendría que haber sacado. Después de ponernos por delante y hacer lo más difícil hemos concedido otro gol, como en los últimos tres partidos, y eso siempre nos lastra».
Fuente: La Opinión de Murcia